

CALIBÁN TEATRO
El Grito de Campanilla
espectáculo de creación sobre una dramaturgia de Sara Sánchez, a partir de la novela Peter Pan de J. M. Barrie
FUNCIONES:
Jueves, 10 de noviembre, a las 20.00h.
Viernes, 11 de noviembre, a las 20.00h.
Sábado, 12 de noviembre, a las 20.00h.
Domingo, 13 de noviembre, a las 19.00 h.
Duración: 80 minutos
Público: Todos públicos
Precio único: 20 €
Bonificaciones: Espectáculo bonificado en las funciones de los días 10, 11 , 12 y 13 de noviembre
SINOPSIS
Corren malos tiempos en el País de Nunca Jamás. Malherida y resentida, Campanilla se halla encerrada en el farol de las obsesiones por el pasado, prisionera en una relación aparentemente imposible y destructiva con el envejecido capitán Garfio. Mientras tanto, el adulto Peter Pan vuela ahora del brazo de una insulsa y perecedera Wendy. Poco a poco, iremos descubriendo las miserias y pasiones de un triángulo amoroso conectado por la común imposibilidad de vivir fuera de los límites de Nunca Jamás…
Galardonada, entre otros, con el Primer Premio en el Festival de Teatro Universitario de la C.A.M., y el Certamen abierto de Teatro, organizado por el Ayuntamiento de Móstoles, El Grito de Campanilla, de la zaragozana Sara Sánchez, una de las dramaturgas más prometedoras del momento, comienza donde acaba la historia clásica de Peter Pan y es, sin duda, una original vuelta de tuerca al mito que todos conocemos. Divertida, irónica, tierna, chispeante y melancólica, esta pieza, una agridulce comedia poético-canalla sobre el amor, los celos, el compromiso y la pareja, se convierte en una aguda e ingeniosa reflexión sobre el miedo a crecer y el inexpugnable paso del tiempo.
El Grito de Campanilla se ha convertido en una de esas piezas teatrales que no pasan desapercibidas en la cartelera teatral, donde las relaciones de pareja, conforman la estructura de este singular texto en el que cada pulsión interna se ve respondida, de alguna forma, por otra opuesta, por un deseo encontrado que la confronta, situando al espectador en un entramado perfecto de tensiones no resueltas. Hay algo fresco y tremendamente sugerente en esta puesta en escena que tiene que ver con elegir estar vivo. Una propuesta que pretende mostrar, desear, querer, pertenecer y permanecer en el interior de cada espectador o espectadora, y aunque es una historia de ficción, se convierte en un espectáculo teatral tan real, que atrapa gracias a la magnífica interpretación de Maya Reyes, Diego Quirós y Chema Coloma.
El Grito de Campanilla parte de la famosa novela de J. M. Barrie y, a modo de comedia generacional, nos presenta la historia de los encuentros y desencuentros amorosos de tres personajes (Campanilla, Pan y Garfio) en busca de la ansiada felicidad, sus miserias, traiciones y pasiones. Escrita como un duelo a tres bandas entre sus protagonistas, con monólogos a público y un lenguaje directo y descarnado en clave de comedia de lucha de sexos, nos habla de temas contemporáneos (los sentimientos ambivalentes de amor y odio, de deseo y dependencia, dentro de

Sara Sánchez
la pareja) y de motivos más universales, como el temor al envejecimiento y la muerte, la fantasía como refugio marginal ante las convenciones sociales, el rechazo al mundo adulto o la naturaleza trascendente del amor.
El flechazo con el texto fue instantáneo nada más leerlo. Todo un descubrimiento; inmediata también la necesidad de montarlo. La respuesta del público, de lo más sorprendente. Es una obra que incita a quedarse hablando sobre ella largo tiempo tras la caída del telón. De hecho, su poder hipnótico y los incesantes paralelismos que surgen en la mente del espectador acabada la función, nos han proporcionado desde su estreno, también a nosotros como artistas, algunas de las conversaciones más barrocas y las epifanías más inspiradas que recuerdo desde el comienzo de mi carrera. Sin duda, hay que verla y, después, comentarla.
La acción se sitúa en un espacio abstracto, semivacío, un extraño limbo onírico sin coordenadas espacio-tiempo claras, delimitado por cinco faroles encendidos. En él, encerrados, sobreviven como pueden los originalísimos personajes de El Grito de Campanilla, víctimas de su inmadurez y su aversión a la soledad. Explica su autora: Los tres son las caras de una misma persona. Peter Pan representa la inocencia; Garfio, la fuerza; y Campanilla, la vivacidad. También representan las tres fases de la vida de cualquier persona. Lo importante es que todo el mundo puede sentirse identificado con ellos. Juventud, madurez y relaciones esporádicas son algo que todos hemos vivido o viviremos en algún momento de nuestras vidas. No puedo estar más de acuerdo con ella. En definitiva El Grito de Campanilla de la zaragozana Sara Sánchez, es un espectáculo imaginativo, sexy, lírico y con un ácido sentido del humor.
REPARTO
Chema Coloma
Maya Reyes
Diego Quirós
EQUIPO ARTÍSTICO
Escenografía / vestuario. CALIBÁN TEATRO
Iluminación. Juanjo Hernández
Espacio sonoro. Javier Sanabria
Fotografía. Carlota Escribano / Emilio Viciana
Vídeo / cartelería. José Miguel Stelluti
Prensa y comunicación. Alfredo Menéndez
Asistente de dirección. Elda García-Posada
DIRECCIÓN
Andrés Rus
El Grito de Campanilla es una producción de la CALIBÁN TEATRO