FESTIVAL RETINA 2025 ROSIN DE PALO & “KIRIKÚ Y LA BRUJA”

Domingo, 16 de marzo, 19.00 horas

12€
74 minutos
Espectáculo bonificado
Espectáculo recomendado para todos los públicos

El Festival Retina, Festival de Cine y Música en directo de Zaragoza, alcanza en este 2025 su VIII Edición y prosigue en su voluntad de explorar las posibilidades creativas de hibridar música en directo y cine. En su sección principal, la de Conciertos con Proyección, el programa invita a distintos músicos a enfrentarse a una película, desarrollando una nueva banda sonora para ella, e interpretarla en directo, mientras ésta se proyecta en la pantalla. Con ello se pretende reivindicar así, el poder de la imagen y del sonido, y de su siempre fértil matrimonio. Sacar a los músicos de sus procesos creativos habituales, empujándoles a componer sobre las imágenes, estética y narrativa de la película seleccionada, en lugar de sobre un lienzo en blanco. Por el camino, y gracias al poder de la sinestesia, se ofrecen al espectador una experiencia singular y exclusiva: la película nunca volverá a ser la misma para ellos.

Rosín de Palo

Rosín de Palo (experimental power duo) es el proceso de búsqueda del niño interior de un Samuel y un Mario sin prejuicios ni frontera musical. Un contrabajo y un set de percusión que caminan juntos a base de grandes pizzicatos y ritmos impacientes, formado por dos estudiantes del Conservatorio Superior de Música de Aragón.
Tras haber formado parte de varias bandas (Begut the Band, Tovché…) además de orquestas clásicas (Euskal Herriko Gazte Orkestra, Joven Orquesta de Valencia, Orquesta Sinfónica de Zaragoza), Samuel y Mario forman Rosin de Palo, juntando lo mejor y lo peor de cada uno para crear su propio discurso musical, que toma la música clásica como punto de partida y la fusiona con nuevas sonoridades, en la línea de lo que llevarían Mahler y Cecilio G a todo trapo en el loro si fuesen dos centennials saliendo juntos de fiesta. Rosin de Palo abraza la idea de que las representaciones pueden mentir, aplicándoselo a su estética e imagen audiovisual y presentando una propuesta escénica cargada de explosividad y energía con un innegociable espíritu performático.

Kirikú

Kirikou et la sorcière (Kirikou y la hechicera en Latinoamérica, Kirikú y la bruja en España) es un largometraje de dibujos animados de 74 minutos dirigido por Michel Ocelot en 1998. Es una coproducción entre Francia, Bélgica y Luxemburgo.
Karabá es una horripilante y malvada bruja que domina un poblado en el corazón de África. Kirikú es un niño pequeño, al que pocos toman en serio por su escaso tamaño, pero que es el único que consigue recobrar algunas cosas que la bruja había robado. Es también el único miembro de la tribu que tiene valor para enfrentarse con ella. Es tan listo que nace solo del vientre de la madre y se baña solo.
Es destacable que es un niño que no tiene miedo, que investiga, que se pregunta el por qué de las cosas y que no se conforma con lo que le explican sino que averigua por su cuenta. Kirikú muestra tener alguna suerte de habilidad sobrenatural, ya que es capaz de correr a una increíble velocidad, capacidad que en varias ocasiones le salva de los peligros a los que se enfrenta al hacerle cara a Karabá la hechicera. Kirikú además muestra ser extremadamente inteligente para su edad, dándole las características propias de un personaje de leyenda, dando la impresión de que el film es una adaptación de algún mito africano. Kirikú además es valiente, alegre, sensato y servicial. Mientras otros se dedican a criticar una situación y darle vueltas desde un punto de vista melodramático (tal como pasa en la vida diaria), él ya está buscando y probando una solución al problema.